jueves, 14 de octubre de 2010

Se juega como se vive

Se Juega como se vive


24 septiembre 2010


Una jornada más en la liga de Argentina. La séptima.
Una jornada que confirma que la constante es la irregularidad. El tope en la tabla de posiciones cambia de dueño jornada tras jornada, y eso –que a priori indicaría que estamos viendo un torneo excitante y emotivo- me lleva a pensar que estamos atravesando una época de “vacas flacas” y hay que buscar pepitas de talento, entre la hojarasca de la mediocridad.
Las causas? Pues … varias.

Los mejores valores, que afortunadamente continúan surgiendo como el sarampión: se van pronto –cada vez más rápido- a ligas más prestigiosas, donde la española viene a ser una suerte de “Meca” u “Olimpo” y mal podemos juzgar o criticar esa avidez por emigrar, aunque de todos los que se marchan, solo unos pocos pueden hacer base y ser referentes de los equipos donde juegan.

Otro factor de presión (que se da de cabeza con el futbol) es el inverosímil sistema de promedios que se emplea para decretar los descensos. Sistema que se instrumentó hace casi tres décadas, como “tabla de salvación” de los equipos grandes, consiste en promediar los últimos tres años, y que pierdan la categoría los que tienen peor promedio en ese lapso, y no los que finalizan en los últimos puestos de cada torneo. Curioso no? …. Curioso y controversial, y a pesar que todas las voces de los protagonistas, directivos y aficionados se desgañiten pidiendo un baño de coherencia y que desciendan los últimos –como en todos lados- el sistema de promedios goza de buena salud, y al parecer, se quedará incordiando a todo el mundo del fútbol -calculadora por medio- sumando puntos y dividiendo por tres, tratando de que no se nos queden 5 centésimos en la cartera de la dama o el bolsillo del caballero, porque esos 5 céntimos pueden marcar la línea divisoria entre el cielo o el infierno.

Hay que reconocer que esta aritmética y todas sus connotaciones, reviste a la liga de emociones hasta el minuto final del último partido de cada campeonato, pues todos juegan por algo, aunque más no sea, para “hacer caja” de puntos, para el próximo torneo (que uno nunca sabe, cuándo las bolsas vendrán vacías y cuándo llenas). Si encima añadimos que el argentino tipo, prefiere perder la casa a que su equipo pierda la categoría … uff! Las emociones están aseguradas … el buen fútbol, el de los lujos y los regates, no puede prosperar ante tantas urgencias y pareciera no importar demasiado.

Concluidas 7 fechas, el nuevo líder es San Lorenzo de Almagro con 15 unidades. El viejo San Lorenzo de Isidro Lángara y Angel Zubieta. Un equipo utilitario, que no luce y no gusta, (sirva este dato para ejemplificar: los goleadores del equipo son sus 2 defensas centrales C. Tula y J. Bottinelli) pero que es un hueso. Su técnico es el curioso Ramón Diaz (aquel que supo romper redes en el Inter de los tres alemanes) y digo curioso, porque uno lo escucha hablar y piensa “este tipo no sabe nada” … pero sus equipos rinden como si supiera!
Algo ha de tener.

Velez, Estudiantes y Banfield continúan en posiciones expectantes, muy cerca del líder, y no es raro que esto ocurra. Cada uno a su forma y a su modo, son ejemplo de clubes bien administrados y que ejercitan aquello de Santo Tomás de “pensar antes de actuar”.
Cuando una dirigencia se conduce de este modo, los resultados se darán inexorablemente.

Boca Juniors, luego de un comienzo que ni las pesadillas de Freddy Krueger podrían haber imaginado, parece querer encontrarle la vuelta al funcionamiento, y con más de medio campeonato por jugar, hace que las ilusiones de la enorme falange de hinchas “Xeneizes” –la mayor de Argentina, sabido es- vuelvan a resurgir y a soñar un final con “Alirón”.

La vida es sueño y soñar no cuesta nada. Además … es gratis.
Me alegra en lo personal por su entrenador, Claudio Borghi (aquel del partido “de cine” contra la Juventus de M.Platini en la final Intercontinental de 1985 en Tokio).
Un jugador, de lo mejor que han dado estas pampas –y miren que ha dado cracks- pero pocos, muy pocos, con el talento, la fineza, el porte y la elegancia del “Bichi” Borghi, de quien el que escribe esto, aún se pregunta como no pudo situarse en el lugar que su talento merecía y si se me perdona el “sacrilegio” considera que en algunos aspectos del juego, fue más que Maradona (y para apostar hay que apostar fuerte)

River Plate, acuciado y comprometido increíblemente con el famoso promedio del que les he hablado, está mejor en las posiciones que en el juego. La derrota de ayer en Rosario, frente a un siempre difícil Newells Old Boys, no hizo más que sembrar dudas entre sus simpatizantes y hacerlos volver a mirar por el rabillo del ojo y calculadora en mano, los benditos promedios. El River Plate de la gran historia y el gran prestigio …Quien lo diría! “la vida te da sorpresas” pero seguramente River Plate podrá revertir esta situación. Tiene historia, influencias … y jugadores, aunque el jugar con la espada de Damocles encima, no debe ser ni cómodo, ni fácil, y mucho menos, grato.

Por último, un párrafo final para la pésima campaña de Independiente (el equipo que más veces conquistó la preciada Copa Libertadores).
Si Velez y Estudiantes son ejemplos de buenas dirigencias, los desaguisados de los últimos diez años en el club de Avellaneda, son el mejor ejemplo de lo que no se debe hacer.

Coincidiendo con su mote de “diablos rojos” les aseguro que en estos días, su sede social debe ser lo más parecido a una sucursal del infierno. La cosecha de unos paupérrimos tres puntos, sobre 21 disputados, llevó a su entrenador Daniel Garnero, a dimitir. A que no imaginan a quien quieren traer para revertir este momento?… pues a Américo “Tolo” Gallego! el mismo entrenador al que despidieron hace tres meses!….
No, si las cosas no ocurren porque si nomás!

Bueno amigos, les envío un abrazo y a sus órdenes.

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